martes, 18 de septiembre de 2018
El alambique de la vida
El alambique de la vida
Después de un largo camino,
hay que parar, tomar fuerzas
y meditar, es hora de tener,
preparado el alambique, para
depurar.
Siempre me gustaron las alforjas,
donde acudir podamos y repasar,
los errores, para enmendarlos,
pero el momento llega de tener
que depurarlos.
De todo he vivido, soy muy feliz
tengo un amor, puro y sincero,
también errores y sinsabores, más
quien no los tuvo, momento llega,
de preparar.
El alambique y depurar, recorrer
el camino, ver gota a gota salir,
depurado el destino, hasta llegar
al sueño de recoger, alegría y
amor.
Ese anhelo que todo ser, cuando
desea encontrar felicidad, no vé
pero esta no llega llovida del
cielo, para obtenerla hay que sembrar
simiente escogida de amor y paz.
El Ruiseñor.
Apuntes para corregir
Caminando voy sin rumbo, por
un mundo de amor, siembro
simientes de paz, alegría y
estirpo dolor, que día ha de
llegar, donde todo sea amor.
La vida hay que disfrutar, solo
pensando en sembrar, para todos
alcanzar, la felicidad, el amor
y la satisfacción de ayudar, al
mundo en su dolor.
Tomo notas en el camino, para
encontrar el destino, lleno
de felicidad y amor, que si lo
buscamos y al cielo rogamos,
haciendo el bien que podamos.
El sol saldrá lleno de colores,
la vida se llenará de amores,
en la tierra, viviremos en la
gracia y podremos repartir, paz
y felicidad.
Solo con desear, no más que lo
necesario y dejar para otros,
lo que puedan necesitar, así
llegaremos a disfrutar de paz
amor y caridad.
El Ruiseñor.
Agustín Recio Borreguero
18/09/2018.
Agustín Recio Borreguero
18/09/2018.
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