desde los confines del mundo, los hay
que vienen, a conocer la obra del
Creador, sorprendido quedarás al llegar
a Extremadura.
Trocito de paraíso, de gente sencilla y
noble, cuando llegues notaras, te tratan
como uno más, allí todo el mundo saluda,
si por Siruela has llegado y quieres
desayunar.
Vete a probar los churros de Mari Mar,
calentitos vas entrando, lo primero
que te pregunta, es cuantos van a ser
y no los hace en rosca, no para cada
uno los que pide, tiene en mente su
una computadora.
Mientras el hijo pone chocolate, o café,
según corresponda, cuando su desayuno
acaban, muchas se van a bajar calorías
a la hermita de la Virgen a tres kilómetros,
a andar.
Hay que mantener la linea y de que forma
lo hacen, las mozas de lo mas bellas, al
regreso de tapas, no hace falta preguntar,
los bares están a tope, enseguida lo vas
a notar.
En todos te van a tratar, como uno más del
lugar, para comer no hay problemas, en
restaurantes familiares, comerás como en
tu casa, a precios populares que no hay en
otros lugares.
Si eres pescador y te gusta, allí podrás
ir a pescar en el pantano de la Serena,
que baña las tierras del lugar, no lo dejes
vete ya, a conocer Extremadura, paraiso
si, sin igual.
El Ruiseñor.
Agustín Recio Borreguero, Copyright, 02-08-2016.
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