viernes, 2 de febrero de 2018

Mi corcel blanco

Me levanté de la cama
y había soñado con un
lindo amor y enjaezé
mi caballo hacia frio.

Me había abrigado me
coloqué mi sombrero y
salí a caballo me dirigía
al mar a cruzar el océano.

Mi caballo me adivinaba
quería ir a ver a mi amada
y en sus ganas de llevarme
no corría parecía que volaba.

Más a lo largo del camino
no sé qué había pasado, el
caso es que dos alas había
logrado ya volaba y además.

Una recta entre dos puntos
trazaba que milagro al
cruzar ya en la playa sus
alas guardaba y corriendo.

Como si fuese incansable
a la Tacita de Plata llegaba
mís Buenos Aires soñados
allí estaba mi linda amada.

Que alegría que emoción
frente a mí estaba mi Amor
sus ojos de alegría dos lágrimas
soltaron su corazón latía.

Su amor al fín había llegado
ya jamás se separarían, se
fundieron en un largo abrazo
y los dos a caballo marcharon.

El Ruiseñor.
Agustín Recio Borreguero, Copyright, 02-02-2016.


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