La fe y el destino

Vamos a dar un paseo meditando,
por el camino ahora que está,
tan de moda intentar en la
mente cambiar, los tiempos y
el destino.

Pensemos con raciocinio deseos
incoherentes y muchos logros
se han conseguido, desde que se
inventó la rueda, los inventos
en cascada han venido.

Se han fabricado vehículos, que
son capaces de darnos un paseo
no solo por el espacio sino de
llevarnos a cualquier destino y
cada día nos asombran.

Pero de eso a que consigamos vivir
en el mundo del deseo cambiando de
época y entrar y salir en otros
tiempos como quién se va a tomar
un vino.

Cierto es que hubo un Julio Verne
y grandes científicos, pero la
puerta del tiempo para entrar y
salir y cambiar lo vivido esa nunca,
nunca ha existido.

Y sería bonito cuantas cosas podríamos
cambiar, más la vida tuvo un creador
que nos dió infinitas posibilidades
pero jamás, podremos cambiar lo que
ya hemos vivido.

Seamos coherentes elegimos los caminos
y si entramos en uno y vemos, no nos
conduce a los campos del maná, donde
había leche miel y vino, podemos
recapacitar, cambiar camino.

Y buscar otros destinos que no nos
lleven al mal, para no tener que
arrepentirnos, busquemos sembrar el
bien, para poder cosechar, amor,
bondad y cariño.

El Ruiseñor.

Agustín Recio Borreguero, Copyright, 05-03-2018.