La mente, a veces parece, la
computadora prodigiosa, te
guarda recuerdos dormidos, que
jamás olvidados, yo recuerdo.
Que a los dos añitos de nacer,
mi madre trajo al mundo un
hermanito, el que me quitó mi
pecho, porque yo creía era mio.
Y se lo daba al niño chiquito,
a veces pienso en el perdón y
el olvido y dicen qué hay que
perdonar y perdono pero olvidar.
Eso es imposible, me traiciona
la computadora, hay momentos,
que graba, automáticamente y
aunque no lo desees, lo guarda
en la memoria.
En una ocasión, en mis años de
juventud, llegaba a casa de mi
trabajo y encontré en un rincón,
a una chica que violar intentaban.
Al ver las luces de mi coche y
que yo frenaba, salieron corriendo,
Dios quiso que yo llegara, la
subiese a mi coche y a la comisaria
la llevase.
Luego la llevé a mi casa, llamamos
a sus padres, que estaban fuera
tranquilizandolos que estaba con
mi mujer y no habia pasado nada.
Al momento se pusieron en camino,
y de los gamberros, nunca mas se
supo, pero digo estas cosas, en tu
vida, en la computadora se graban,
jamás se olvidan.
El Ruiseñor.
Agustín Recio Borreguero, Copyright, 10-01-2016.
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