La vida es como una rosa, tambíen
tiene espinas, hoy yo era feliz,
iba a cantar los salmos al Señor
y lo hice, la espina fue un dolor
qué evitar no pude.
Hace un tiempo una amiga me pidió,
reza por mi, que seguro a tí te
escucha el Señor, en verdad que
se lo prometí y lo hice pero Dios,
ya había decidido.
Hoy al conectarme una rosa negra,
me anunciaba su muerte, hemos
sido vecinos y mi concepto era,
inmejorable, al encontrarme lo que
había, fue una espina.
Que se clavaba en mi pecho, qué
dolor hoy he dicho te la llevaste
Señor, espero en la gloria esté y
un día a verla iremos, allí nos
reuniremos.
Por la sangre de Jesús, acógela en
tu seno y dala descanso eterno,
te lo pido Señor, el marido y su
familia, no tendrán consuelo, te
pido los ilumines.
Dalos fortaleza, resignación y
paciencia, en la dura soledad,
no te olvidaremos, en el corazón,
te llevaremos, hasta el día que a
verte iremos.
El Ruiseñor.
Agustín Recio Borreguero, Copyright. 16-04-2017
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