yo encontré, un manantial de amor
dirigido por una bella Mujer y me
fuí a beber, esa pócima divina y
enamorado quedé.
Tenia un corazón tan dulce, que su
pasión te atrapaba y de pronto te
encontrabas en las mieles del amor,
era tal su belleza, que soñando
imaginaba.
Habre encontrado el paraiso, pero
aún cuando despertaba, mi mente
seguía atrapada, en ese maravilloso
ser, era tan bello el sueño, que
despierto yo seguia.
Soñando con esos ojos y con su amable
expresión, manantial maravilloso de
infinito Amor lleno, inspirador de poetas
doctorados u aprendices, que en riada
aparecian.
Sus respuestas complacian con elegancia
fiel, mientras pueda vida mia no he de
faltar a beber de ese agua milagrosa
que a todos nos calma la sed, bendiciones
de luz a tu noble proceder.
El Ruiseñor.
Agustín Recio Borreguero, Copyright, -03-10-2017-
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