Que se llama Extremadura,
tierra sencilla y noble,
toda llena de hermosura,
allí encontaras belleza,
sonrisas.
Y sencillez, que juntas con
la nobleza, seguro te haran
volver, te llamará la atención,
ver como la gente se afana y
trabaja con tesón.
Al venir la mañana, sus caras
exhalan aroma, simpatia y amor
en un pueblecito hermoso, que
se llama Siruela, en las estribaciones,
de Sierra Morena.
En el pueblo hay una hermita,
con una Virgen preciosa, es
mi Virgen de Altagracia, que
en mi corazón se instaló.
El Zujar baña sus tierras y allí
se asienta el embalse, que más
agua acumula y se llama La Serena,
allí ví la luz y allí me crié.
Allí me forjaron y aprendí de
niño a querer, como te echo
de menos Siruela, cuanto me acuerdo
no me olvido de tí, una vez que
me jubilé.
Acudí a Siruela a vivir, la edad
me hizo volver a salir, no sin
gran pesar, me había quedado solo,
tenia que venir a buscar, el cariño
de una hija.
Más no me puedo olvidar, como
te añoro Siruela, su gentes y
su cariño, no me olvido de mi
amigo Pedro, murió yendo en el
coche conmigo.
Que gran persona era más que un
hermano, Emilio, la churreria
del pueblo, donde cada día acudía,
los que allí nos juntábamos, te
quiero SIRUELA.
El Ruiseñor.
Agustín Recio Borreguero, Copyright, 08-02-2016.
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