La vida es el camino, donde de
todo encontramos pero somos
tan selectivos,que lo que no nos
gusta obviamos, hemos de hacernos
todos un transplante.
De amor y mirar, con buenos ojos
toda criatura que Dios nos regaló,
aquello que no nos gusta, puede ser
encantador y descubrirnos facetas.
De las que abren nuestro corazón,
cuando vemos un bebé, lo llenamos
de amor pero a un viejo lleno de
arrugas, tropezamos y no lo vemos
acaso no es.
Un ser digno tan lleno de amor como
otros, lo rechazamos como espinas,
cuando en realidad es un ser encantador,
al final de su vejez, lleno de amor
y cariño.
Con una gran sed de beber en el
rio de la vida, prolongando su
vejez pensad cuando llegueis, si
a vosotros os gustaría ser tratados.
Como espinas al final de vuestras
vidas llegará, más por lejos que
lo veaís no penseis a mi no me llega,
llega más pronto que tarde y nos
hemos de preparar.
Que no todo es color rosa y las
espinas, han de llegar, deber
tenemos de asistirlos con bondad,
que en esta vida recoges, lo que
siembras nada mas.
El Ruiseñor.
Agustín Recio Borreguero, Copyright, 05-02-2017.
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