Mis amigos, ese valor que no cotiza
en bolsa, siendo el mayor tesoro,
desde niño tuve la suerte, de caer de
pié en el mundo, pues ya de pequeño
encontraba amigos.
Vais a permitirme que omita nombres,
pero sois tantos, que me siento como
un vergel florido y no hay mejor
aroma que el de la amistad, un amigo,
en estos tiempos.
Es un regalo del cielo, además somos
elgidos, nadie nos obliga a ser
amigos, pero nuestro corazón nos dice
qué gran amiga o amigo, qué placer
descubrirlos.
Me siento en un paraiso, donde todos
sois mis amigos, me llena de felicidad
tener tantos y tan buenos amigos,
quiero trasladaros la gratitud de mi
corazón.
Con el deseo sincero de haceros sentir
el orgullo que siento y que sepais que
todos y cada una y uno, teneis un gran
pedestal en mi, corazón por si un día
necesítais calor AMIGOS.
El Ruiseñor .
Agustín Recio Borreguero, Copyright, 04-02-2018.
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