El amor en la festividad

Septiembre se desliza, como, si
lo llevase de la mano el viento,
raudo y veloz, lleno de alegría,
fiestas, jolgorios y sentimientos.

Como si caminásemos, entre dos
aguas, el verano gozoso y el mas
frío invierno, recatado y amoroso,
que nos recoge al calor del leño
prodigioso.

Cuantas vivencias, en familias,
cuando el cocido, se hacia, en
familiar compañía, en puchero,
lentamente, con ingredientes,
sabrosos.

El día ocho de septiembre, se
celebran, bajo la advocación,
de las distintas Vírgenes, grandes,
festividades, La Natividad, donde
vivo, Méntrida.

En Madrid, La Paloma, en Síruela,
su patrona La Virgen de Altagracia,
en Guadalupe, Nuestra Señora de
Guadalupe y cada pueblo tiene la
suya.

En todos se celebran festejos, con
gran alegría, acompañados de sus
tradiciones, festejos taurinos, sus
competiciones, carreras de sacos.

Paellas o barbacoas solidarias, donde
se compite en el arte culinario u otras,
como el juego de la gallina ciega, pero
todo encaminado a cargar las pilas de
alegría.

El Ruiseñor.
Agustín Recio Borreguero, Copyright, 04-09-2016.