matrimonio ejemplar, el
ya habia cumplido, ochenta
y seis, años ella la misma
edad.
Pepi, llevaba tiempo, que
tenia una enfermedad,
pasados unos años, el la
tuvo que llevar, a un
centro.
Pasados unos meses, Pepi ya
no conocía, no recordaba
pero así y todo, el iba
a verla todos los días,
le encantaba.
Darla su desayuno, cada mañana.
un día el enfermero, le dice
si ella ya no conoce, ¿que le
mueve, a venir cada día..? el
le respondió.
No recuerda mi nombre, pero sí
que soy su AMOR, cuando me
siento cada mañana, me coge
la manita, me la aprieta con
cariño.
Sabe quién soy, no recuerda mi
nombre, pero sus ojos se le
iluminan, me sonrie con cariño
y rebosa amor, en ese momento
es feliz.
El Ruiseñor.
Agustín Recio Borreguero, Copyright, -21-09-2016.
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