Cuantos recuerdos, empieza una vida,
llena de anhelos, cuantos cariños
mi madre presumia de niño y le dio
por hacerme tirabuzones, donde vás
Micaela.
Tienes un niño precioso, era mi época
dorada, la vida me presentaba el lado
bueno, cuantas amiguitas y amiguitos,
esperando estaba el lado amargo de la
vida.
Con ocho añitos mi padre se queda
sin trabajo, tenia cuarenta y
nueve, iba a conocer aquello que
te agudiza el ingenio, habíamos
pasado de guerra en guerra.
Estábamos a las puertas de los años
cincuenta, era la cara amarga de
la vida, comía el que podía y cuando
había oportunidad, éramos siete
hermanos.
Pero este cúmulo de circunstancias,
te forjan y aquel niño se hizo
hombre, tal vez prematuro, pero ya
de niño, buscaba caminos, quería y
pensaba.
Que sus hijos no conocerían el hambre,
pasamos de una generación a otra, que
creo que pensó que las cosas llovian
del cielo, no veian que el esfuerzo de
unos padres.
Era lo que hacía que nada faltase y
acabó por aparecer el nini, qué
diferencia, hambre forja genios y
abundancia, es muy fuerte, yo diría
que vagos.
El Ruiseñor.
Agustín Recio Borreguero, Copyright, 30-09-2017.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tus comentarios.