Me levanto en la madrugada
y oigo una voz lejana, que
venida de muy, muy, lejos,
me dice, con inusitada,
pasión.
De tí, me voy enamorando,
de allá a lo lejos, me
llegan voces, que de forma,
directa, escucho en mi,
corazón.
Tu cariño un día oyó lamentos,
era mi corazón, solitario,
que clamaba y pedía, necesito,
amor y el tuyo presto, solicito
y acompañado.
De música, de arpa, navegando,
a través, de las olas del mar,
me llegó, por eso anhelo, que
llegue el momento, de fundirnos,
en un abrazo de amor.
Donde tus sueños y los míos,
recorriendo, la distancia,
logren componer, la sinfonía
de ser felices, muy, muy
felices, Tu y Yo.
Y una vez obtenida la bendición
del cielo, unamos nuestras
vidas, para siempre y cogidos,
de la manita del cariño y el
AMOR.
El Ruiseñor.
Agustín Recio Borreguero, Copyright, 07-12-2016.
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