Sentí en mi nuca
algo clavado,
eran tus ojos, qué
en mi pobre hombre.
Se habian fijado,
volví la mirada
tropecé con los tuyos
que me decian.
Mira como te quiero,
como a una rosa,
sonreian hablaban
y decian cosas.
Me ofrecian el cielo,
de un amor limpio
y ante esas cosas
resistirme no pude.
Como dos palomas blancas,
salimos volando a una nube
pero llegó el día
En que tú mi amor.
Te marchaste al cielo,
como te añoro yo y
a Dios le pido, que
algún dia me reuna
contigo.
El Ruiseñor.
Agustín Recio Borreguero, Copyright, 09-11- 2014-
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tus comentarios.