Cuenta una leyenda que fué un
invento de Pitágoras y los
pitagorines ilustrados, de su
época que se reunian para
comentar.
Sus descubrimientos, yo creo ya
existía música tenemos desde
el momento mismo de la creación
el aire el viento y las olas
del mar.
A veces nos obsequian con sinfonias
sin igual, los pájaros el mirlo
la alondra y el ruiseñor, con sus
trinos más parecen compositores
de honor.
Otra leyenda nos cuenta, como
estando un negrito con su hijo
en la parada del autobús, pasan
dos sin parar, porque venian
llenos.
Cuando aparece el tercero, el niño
dice, pararará papá, el padre
responde, parará, Pachin, pachin,
pachin, esta es la creencia popular,
aunque, la primera es más creible.
La música es poesia con acordes sin
igual, cuando oimos un buen concierto
no, dejamos de escuchar, es alegría
es paz interior por eso los monarcas.
A los mejores fichaban y en las fiestas
de palacio grandes bailes se daban la
música es un idioma, es cultura universal,
en todas las lenguas si es buena, nos
gusta, con deleite escuchar.
Sin distinción alguna lo mismo, Mozart
que, Beethoven o Vivaldi dá igual una
buena partitura, interpretada por una
orquesta, nos introduce, en un mundo,
que siempre nos llena de paz.
El Ruiseñor,
Agustín Recio Borreguero, Copyright, 24-11-2015.
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