Ayúdame a apaciguar

En esta vida, no hay que alimentar
fuegos, alimentemos paz, esto
relaja el espíritu, ayuda en la
felicidad, no debemos en la herida
escarbar.

Al contrario, un buen consejo puede
ayudar, hagamos que el agua circule
por su cauce, es lo mas natural, no
debemos tratar, del cauce desviar.

Si salimos al campo, comenzamos a
caminar, encontramos un rio y
observamos, su andar, veremos como
canta su cantar, te agradara, la
naturaleza es sabia.

En ella podemos encontrar, ejemplo
para todo, belleza y paz, solo hay
que poner los sentidos a trabajar,
si nada es gratis, para obtenerlo
hay que trabajar.

A cambio encontraremos, placer y
felicidad, podría contaros anécdotas
mil, recuerdo una vez, me llaman en
el pueblo, querían localizar a una
compañera de estudios.

Iban a celebrar el veinticinco aniversario,
de su graduación y una de ellas no lograban
encontrar, eran filólogas de lengua francesa,
su pista habían perdido y llamaron al azar.

A mi numero de teléfono, tratando de recabar,
información de ella para poderla convocar,
no estaba perdida , ni tampoco en el pueblo,
pero su madre era amiga y me dio su teléfono.

Nada cuesta, cuando se puede ayudar, es
de lo mas satisfactorio, comprobar
que a todos nos gusta ver caras de
felicidad, pues ayudemos, tengamos
al menos voluntad, probar.

El Ruiseñor.
Agustín Recio Borreguero, Copyright, 19-06-2016.