viernes, 9 de junio de 2017

Una mente inquieta, trabaja noche y día

Si algo tenemos que no para
es nuestra mente, algunas
incluso cuando dormimos,
sueñan con algo divino yo 
hay días que según.

Despierto tengo hilvanada
mi poesía y es que en su
afán de agradar la mente
trabaja, sin cesar noche y 
día.

Quién no sueña alguna vez despierto
pongamos  toda la atención y 
veremos qué fácil resulta el
aprendernos la lección elijamos 
objetivo.  

Al momento programamos, como
poder alcanzarlo y no sirve 
digamos yo estoy de bajón, lo
único necesario es fe e ilusión

Con ambas cosas encontraremos 
amor, pero hay que tratarlo
abonando e ilusionando la vida
nos enseña, que todo lo hemos
de alcanzar,

Con el sudor de la frente
y un poquito más, échale
imaginación y obtendrás
al problema la solución.

El Ruiseñor.
Agustín Recio Borreguero, Copyright, 09-06-2015,

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