amor, ese es el motivo por el
que me hice sembrador, la vida
te trae personas, que sintieron
dolor.
Y cuando las consuelas, te envían
amor, yo siembro mi simiente, no
pensando en cosechar, queriendo
hacer el bien, tratando de ayudar.
Pero si cae en campo fértil, se
convierte en amor al prójimo
amor de corazón, mi pecho se llena,
queda henchido de amor, hay mucha
gente buena.
Y aunque las cosas, hay que hacerlas,
sin esperar, la espiga prende, esparce
sus granos y devuelve, el ciento por
uno, reparte amor., sembremos amor.
Es lo más grato, pues hagámoslo,
aunque todo el que ama a Dios,
su corazón le empuja a sembrar
amor, tu prójimo lo necesita.
El Ruiseñor
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