El juicio a los demás es algo
que no corresponde, está fuera
de lugar las personas somos
libres de pensar solo hemos de
hacerlo.
Con total ecuanimidad, lo que
nunca hemos de hacer es juzgar
ya habrá quien nos juzgue al
llegarnos, la hora esa de la
verdad.
Tal vez en lugar de eso deberíamos
ayudar con amor infinito podemos
explicar que ir por buen camino
siempre es bueno, no tenemos que
arriesgar.
Ni bordear precipicios, eso nos
puede librar de percances y
caídas que no nos van a agradar
antes de dar un mal paso lo mejor
al caminar.
Es elegir aquello que nos pueda
llevar a cumplir el objetivo
ayudando a los demás sembremos
amor y bondad seguro que la cosecha
siempre germinará.
El Ruiseñor.
Agustín Recio Borreguero, Copyright, 25-06-2015.
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