viernes, 12 de mayo de 2017

Cuando pase la tormenta, saldrá el sol


Cuando era pequeño decía mi padre,
siempre que llueve escampa y sale el
arco Iris, señal del perdón de Dios,
la vida hay que vivir, con fe e ilusión.
Ni todo es bueno, ni tampoco malo,
el camino tiene autopistas y precipicios,
bondad alegría e ilusión, suelen tener
recompensa, cuando van precedidas.
Del amor a Dios siendo el camino,
amar a tu prójimo, como a ti mismo,
siempre hubo cuatro estaciones del
año, cada una tiene sus virtudes y.
Problemas en este caso suelo usar,
lo que llamo mis alforjas, lo bueno
delante lo malo, ni lo veo y vivo feliz
de qué sirve, agrandar los problemas.
Que encontramos en el camino de la vida,
bueno si para que nos sintamos felices,
no hay camino sin piedra alguna,
hay que sortearlas y no tropezaremos.
Pero muy importante es elegirlo bien,
si lo equivocamos, nunca avanzaremos
pero no hagamos de un grano de arena,
una muralla insalvable, los obstáculos.
Hay que minimizarlos, rodear o saltarlos,
siempre afrontarlos, poniendo los medios,
para librarlos, tenerlos en cuenta y ver,
la mejor forma de pasarlos, sin tropezar,
El Ruiseñor.
Agustín Recio Borreguero, Copyright, 12-05-2017

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