Lluvia de amor trae alegría
Miras al cielo piensas en tu morada,
algún día iremos a la casa del Padre,
con ropaje humilde de color grana,
el corazón limpio, preparada el alma,
caminando paciente.
Por la vereda larga, aquella que brilla
como el lucero del alba, con empinadas
cuestas, pasamanos de plata observo
el entorno, lucen guirnaldas un manto
de estrellas.
Alumbran el camino, maravillas que veo
paz y calma, canta el cálamo desde su
atalaya, un ratoncillo atrae su mirada
intuye el peligro, huye buscando su
casa.
Mientras la humanidad, sueña cada cual
su camino, algunos esperan acumular
con avaricia, creen que son el faraón
de la casa, un día despertaran viendo
que no se llevan nada.
Seamos sensatos, preparemos la besana
para la siembra, con amor y calma,
sembremos paz para todos, olvidemos
quimeras, seamos hormigas y no cigarras,
trabajemos juntos.
Repartamos la cosecha, sin avaricia
innecesaria, busquemos justicia la
vida pasa y pasamos nosotros, no
sembremos cizaña, busquemos paz lo
pide el alma.
El Ruiseñor.
Agustín Recio Borreguero, Copyright, 29-05-2016.
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