Sueño en una estrella

Dormía plácidamente de pronto me veo
caminando entre brumas en un paraje
desconocido el suelo tengo la sensación
que no necesito esforzarme nada.

Pero no tengo ni idea de donde me encuentro,
no veo edificios en el contorno cercano,
no logro adivinar a qué lugar pertenece,
pero el ambiente es agradable, no veo fauna.

Me doy la vuelta y veo como una montaña,
que para sorpresa mía, se abre y veo salir
una especie de carruaje con una dama, no
podría decir de que edad, pero si que era preciosa.

Alta esbelta de piel melocotón, pero apenas llevaba
ropa, un correaje que le tapaba lo mínimo, el tiro
del carruaje era la primera vez que lo veía, no podría
decir si era animal o un robot, forma de animal tenia.

Dirigiéndose a mi me habla, eres terrícola, me
deja asombrado tal parece puede contactar con
mi mente y descubrir hasta mis pensamientos,
lo que me coloca en desventaja.

La contesto afirmativamente y me tranquiliza, has
venido a un lugar pacifico y nada has de temer,
soy la digamos reina del lugar estás en Polaris y
como muestra de buena voluntad te invito a pasar.

Mis ojos asombrados quedan, el sistema de alumbrado
son animales colgados en lugares estratégicos y su
luz ilumina toda la estancia, al fondo una gran mesa
llena como de manjares que desconozco.

La mesa tiene lo menos veinte sillas y en cada una de
ellas luce una linda joven, me invitan a sentarme y me
explican, que todas son mujeres y les gustaría aprovechar
la visita de un hombre, pero suena el despertador y mi
sueño se interrumpe...

El Ruiseñor.

Agustín Recio Borreguero, Copyright, 26-05-2016,