Y como tod@s tenemos en nuestro
corazón encendida, la yamita
del amor, si la tienes escondida
hurga y busca, verás como ilumina
en este día del amor.
Dicen que si Cupido, una flechita
envió, a dos corazones solitarios
que estaban faltos de amor, desde
ese momento, una yamita prendió
haciéndolo con tal fuerza.
Que a mi corazón llegó, llevando
en su punta escondido un virus
que me inundó, donde mandaría la
otra, pues busco sin descanso a
mi amor.
No pararé hasta encontrarlo, me
lo pide mi corazón y he de satisfacerlo,
no puedo vivir sin amor, no sé
si vendrá a caballo o volando en
avión.
Pero sé que en este mundo, todos
queremos amor, pero que sea del
bueno, no se admite nada inferior,
pues todos a la tarea es el día
del amor.
Pongamos centinelas en nuestros
corazones, para que no se cuelen,
intrusos ni polizones y cuando
llegue el elegido, entonces momento
será, de prender la llama que nunca
se apagará.
El Ruiseñor
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