Canta y vuela, ambas son importantes
la persona que canta es muy feliz,
expresa cantando su felicidad, si ve
que sus cuerdas vocales la acompañan,
llega la satisfacción.
Siente alegría, ternura y amor a la
vez que compite en una bella canción,
si además tuviese alas y llegase a
volar, repartiría trinos, trinos sin
cesar.
Recuerdo de jovencito, recién llegado
a Madrid, que en aquellos años en la
calle paraba a escuchar los trinos,
junto a una ventana que por allí salían,
de una hermosa canción.
Estaba cantando ni más ni menos, que
Antonío Molína y por allí salía su
melodiosa voz y aquellas personas que
no andaban corrían, hacían un alto al
oír su canción.
Me encanta cantar y vivido he, grandes
aplausos de felicidad, cuando he ido
con la coral a cantar, cuantas vivencias
de grato amor, cuanta dicha al percibir
que el respetable.
Era feliz, siempre al final, llega lo
mejor, viene la celebración y ves el
cariño, que percibe tu canción, por eso
me gustó tanto los trinos, del querido
Ruiseñor.
El Ruiseñor.
Agustín Recio Borreguero, Copyright, 17-07-2017.
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