cielo,pero al igual que hay paisaje
precioso. también lo hay árido y
no tan hermoso, aunque mientras
unos caminan y trabajan.
Otros, se tumban y no dan palo al
agua, afortunadamente son mas los
trabajan, regando la tierra con el
sudor de su frente, bienaventurados
los pobres de espíritu.
Porque de ellos será el reino de
los cielos, vivimos pensando que
llegamos a esta vida, por guapos
y hermosos y aunque algunos lo
seamos.
Nada hay mas hermoso, que el trabajo,
este dignifica y ayuda y tan necesario
es el del agricultor más humilde como,
el del má afamado doctor, que se
dedica a salvar vidas.
Dándose la paradoja ambos ganan menos
que el que da patadas a un balón,
injusticias de la vida, que no deben
servirnos de achaque, desde que el mundo
es mundo.
Siempre hubo listos y menos listos, no
debemos pensar que esta vida es eterna,
acaba por terminar, pensemos vamos de
camino y el avaro no va a llegar y
pasar la puerta del cielo.
Para ello hay que amar a Dios y a tu
prójimo y a todo el que puedas, le
debemos ayudar o la puerta se nos va
a cerrar, por lo tanto, si al cielo
quieres, llegar has de amar.
El Ruiseñor.
Agustín Recio Borreguero, Copyright, 13-07-2016
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