martes, 4 de julio de 2017
Salí a pasear a caballo
Había cogido mis alforjas y llevaba
provisiones, pasé por un prado que
segando estaban, una gran segadora,
la tierra rasurada dejaba, de paso
se cargaba.
Cantidad de nidos, animales que allí
criaban, los había de avutardas,
liebres, sisones, los conejos se
salvaban, tenían madrigueras, más
la entrada destrozaban.
La perdiz había sacado y huyendo
se marchaba, con su recua de pollos
y no corrían volaban, a lo lejos
en otro prado, las codornices cantaban
al segador, no le importaba.
Acabada su tarea a otra finca se
marchaba, una zorra con cachorros
al acecho cazaba, para alimentar
a su prole, los huevos de los nidos
los aprovechaba.
Si tenían pollo dentro, menudo festín
se daba, es ley de vida, más la
naturaleza es sávia y aunque se pierda
alguna nidada, raudo buscan otro sitio,
donde poner su casa.
Muchas cosas nos enseña, hay que
cuidarla, así siempre tendremos
cosecha para el mañana, hemos de
ser cuidadosos y no tirar bolsas
ni latas.
El Ruiseñor .
Agustín Recio Borreguero, Copyright, 04- 07-2017.
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