Cuando un amor es frágil, la
la distancia nos da la medida
si es o no verdadero, o bien
lo reafirma o lo diluye, si
prendido.
Está con alfileres, el viento
se lo lleva cuando quiere, cual
papel que se lanza a navegar
perdiéndose de vista sin dudar,
más si fiel es.
Y verdadero lo reafirma totalmente
por entero, pero si el amor se ha
sembrado, con bondad e ilusión y
se ha regado, se agarra de tal forma
que comprobamos.
Que la distancia lo reafirma y lo
añoramos, deseando en todo momento
estrechar, ese amor que queremos
sin dudar, sembremos amor cariño
y bondad.
Y el amor nunca puede fallar, si
además le ponemos ilusión sabremos
lo que es sentir amor, nace un
futuro, lleno de un amor duradero
y puro.
El Ruiseñor.
Agustín Recio Borreguero, Copyright, 23-07-2016
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